Recuerdo, seguramente fue en algún año a principios de los 90, cuando a mí también me pareció una idea luminosa. Don Luís, mi profesor de Sociales, ya me dijo que era una utopía. Vaya con el viejo, pensé. Los jóvenes de ahora somos distintos. Estamos más preparados. Podremos hacerlo realidad. Luego crecí. Y comprendí. No confundas comprender con rendirse, que es fácil hacerlo cuando no sabes qué es luchar, o sea, cuando tienes 16 años.
Seguramente, si tienes 16 años, pensarás como yo en los 90. Y no creo que haya forma de que pienses como yo lo hago en 2016.Tendrás que llegar tú a la misma conclusión.
Lo que me
entristece hoy, y a veces me irrita, es que hay quien no tiene 16, sino
30 y hasta 40 años, y sigue pensando que Don Luís era un viejo
aburguesado. O que yo soy una vieja tonta, ignorante o abducida por una
sociedad capitalista llena de Coca-Cola y ratones Mickey.
Nunca discuto con ellos a menos que tenga la sensación de que como poco, van a querer conocer la historia, la psicología y el comportamiento social del ser humano. En otro caso, solo les sonrío para no herirles.
Hoy siguen apareciendo nuevos partidos políticos con viejas ideas que si eres demasiado joven o no te ha interesado la historia, pueden parecerte nuevas. Y hasta buenas. Personalmente siempre he preferido no recorrer caminos que ya han sido recorridos por otros y no llevan a ningún sitio.
Nunca discuto con ellos a menos que tenga la sensación de que como poco, van a querer conocer la historia, la psicología y el comportamiento social del ser humano. En otro caso, solo les sonrío para no herirles.
Hoy siguen apareciendo nuevos partidos políticos con viejas ideas que si eres demasiado joven o no te ha interesado la historia, pueden parecerte nuevas. Y hasta buenas. Personalmente siempre he preferido no recorrer caminos que ya han sido recorridos por otros y no llevan a ningún sitio.